viernes, 8 de junio de 2007

preparando la vuelta. parte 2: burrocracia esquivada, a punto de salir.

ese jueves 31, cerca de las 12 del mediodía, la cosa se complicaba: a la necesidad de presentar más documentos se unió la del boleto para conseguir el pinche documento que necesitaba para salir del país.
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en cuanto llegué al hostal, medité la situación en que me encontraba: necesitaba el boleto que certificase mi salida y un chingo de papeles que podrían tardar varios días, y tenía que sacar los boletos cuanto antes si quería pagarlos con mi tarjeta. no me quedaba más dinero para permanecer en méxico, así que tenía que salir en cuanto antes. me puse la fecha del domingo 3, como salida.
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lo bueno de la burrocracia es que con cada puerta que te cierra te abren otra: me quedaba un día de trámites antes del domingo, ese día me la jugaba pero tenía de horario hasta las seis de la tarde en la oficina de migración del aeropuerto. y estaba dispuesto a suplicar si hacía falta.
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me la jugué y compré los boletos por internet: era la primera vez que hacía esto y no tenía ni idea de cómo saldría todo, del resultado final. debido al límite de mi tarjeta y al poco dinero que me quedaba opté por lo más barato que también implicaba un viaje más largo. la vuelta sería de estaf orma: méxico d.f.-nueva york, nueva york-dublín, dublín-madrid. saldría del aeropuerto benito juárez el domingo a las seis de la tarde y llegaría a barajas el martes 5 a las diez de la noche.
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la mañana del viernes 1 me dirigí por la mañana al aeropuerto a dalo el todo por el todo, pues una vez tuviese el boleto debería ir a la última oficina para que lo compulsasen e intentar que todo el trámite se realizase ese mismo día antes de la una, hora en que los burrócratas se van a sus pesebres. consideré que era más posible conseguir todo en la migración del aeropuerto, aunque me saltase un trámite.
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entonces sucedió lo más gracioso, que explica la ineficencia y el apelativo de burrócratas que doy a los funcionarios mexicanos. explico mi situación a la señora tras la mesa, le presento el boleto y le pregunto si desde allá podrán agilizarlo todo debido a la premura que me corre. "en tu caso no nesesitas documento de salida definitiva. simplemente otra f.m.t. y pagar una multa por la pérdida de la otra" "¿tan solo?", pregunté incrédulo. "tan solo", me responde. me fastidia tener que pagar 460 pesos por un papel que me robaron, pero como veo la solución tan cerca, no me quejo y pago diligentemente. y diligentemente obtengo otra f.m.t. que dejará salir el día 3, a las seis de la tarde rumbo al aeropuerto john fitzgerald kennedy de nueva york.
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¿por qué la burrocracia se merece tal nombre? porque los pinches funcionarios no tienen ni puta idea de qué va su trabajo, son una pandilla de pendejos ineptos que no se merecen el sueldo que ganan y dejan que te lleve la chingada. no puedo dejar de acordarme de cuando estuve esperando durante horas en tapachula, chiapas, en la oficina de migración, para que luego dijeran que no podían hacer nada por mí. ahora que estoy en casa me alegro de haber sufrido, pero esquivado al final, esta asquerosidad estatal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estupendo el trabajo de la señora funcionaria mexicana, muy perfectamente en su papel de veladora de las leyes y normas con que estos ejemplos de trabajo e inteligencia ovina a la vez que bastante pollina - de burro-, aplica " la norma": Paga la sanción por la "pérdida, que yo solo aplico la norma, sin importarme el cómo y el porqué no la tienes en tu poder".

El dicho del perfecto trabajador de imprenta que dice: Cajero pilongo...burro que vea, burro que pongo y mete en las planchas las faltas de ortografía del redactor despistado y no las arregla.

Y sin la contraprestación al mínimo derecho del usuario, de que si se aplica eso, de esa manera tan descabellada. ¿ por favor dígame donde está esa ley? que indica la sanción, porque como toda ley que impone mandatos también tendrá exenciones bajo unos supuestos o no y mi caso fue del orden de fuerza superior, no jugado a los chinos, por puro capricho, o deseos de verle a uste ese belfo de vaca aburrida...

Claro que si se exige eso, como son de esa categoría cerril los mendas estos, te mira con cara de perdonavidas - no porque te valla a aporrear con el bote de tipex- sino porque te dice con la mirada: Como la busque te quedas sin tener lo que pides...listillo. Y en esa tesitura el sentido común indica que se debe ser práctico, pagar y no molestar mucho al " servidor público".

Esta clase social, que genera solo desazón social a los usuarios que con sus impuestos los mantienen, no los han educado para ser gentecilla normal, son eso: funsionarios.