viernes, 8 de junio de 2007

el largo viaje de vuelta a casa. parte 1: méxico d.f.-nueva york. (domingo, 3-junio-2007)

mi último fin de semana en el d.f. no hice nada especial porque hice ninguna amistad. en mi cuarto había un danés por su cuenta y tres noruegos, todos muy sosos. además que estaba igual de nervioso por este viaje que los días previos a salir hacia méxico. para mi no era un simple viaje de vuelta, al pasar por dos países para mí desconocidos era como comenzar otro viaje. durante esos dos días que duró la vuelta volvió a mi el interés por viajar y conocer nuevos sitios, un sentimiento que desde que había llegado a guadalajara no sentía. fue una cosa extraña, porque el viaje, mi ruta americana, estaba llegando a su término pero a la vez me sentía con la misma ilusión que al principio y con unas ganas tremendas de seguir viajando, ganas que se mezclaban con la tristeza que da el fin de las cosas.
-.-
no pude irme de méxico sin que me pasase una última cosa curiosa que me hiciese creer definitivamente en el azar y sus caprichos, pues en el aeropuerto me encontré con noel y mike, irlandesa y neozelandés, que iban a tomar un vuelo para irlanda. a ellos los conocí cuando estuve en zacatecas, hace ya mucho, en el hostal en que me hospedé. tan solo hablamos durante unas horas y perdimos el contacto. cuando los vi pararse justo enfrente de mi, pensé "no mames, a esos los conozco, ¿pero de qué?" al rato caí de qué y me acerqué a ellos. al verme se quedaron tan tiesos como yo.
-.-
noel y mike, fruto de la casualidad.
-.-
el vuelo hasta nueva york duró unas 4 horas y llegamos a las 24:00 hora local. en ese tiempo no pude sentirme inquieto de entrar en un país tan estricto con la inmigración y la seguridad antiterrorista. ese mismo día me enteré de que habían detenido a cuatro tipos por tener planes de atentar contra el aeropuerto j.f.k., y que por eso el nivel de securidad era de máximo. me imaginaba que iba a sufrir diversos controles, inspecciones varias y múltiples preguntas insidiosas, todo ello confundido con el acento estadounidense y mi empobrecido inglés. para evitarme problemas me quité las pintas islamistas y me hice una barba de diseño, como se ve en las fotos.
-.-
a veces soy muy pesimista y me imagino y espero lo peor que pueda pasarme, así en mi mente hay varias situaciones a las que puedo enfrentarme y lo que pueda llegar a suceder, creo que es algo que todos hacemos, una forma de anticiparnos a los hechos, viajar a los diversos futuros que nos aguardan, para luego saber reaccionar. lo bueno de este pesimismo es que nunca se consideran las opciones positivas para uno, por eso cuando suceden se lleva uno una grata sorpresa. eso me pasó a mi, a mi llegada al control de fronteras del aeropuerto. creí que todos serían gringos blancos de inglés ininteligible, y me encontré con una expresión de la fuerza que los latinos están adquiriendo en ee.uu.: hay muchos latinos trabajando y hasta el más blanco de pasado irlandés sabe hablar español.
-.-
como era tarde en la noche, no había muchos policías trabajando en el control de fronteras, y no todos estaban por la labor. los españoles, por esta condición, al viajar a ee.uu. se amparan en el programa visa waiver, por el cual no necesitan visa para entrar en el país, pero están sujetos a las mismas restricciones que el resto de viajeros. en mi nerviosidad ante cómo sería el trámite en el control fronterizo, le pregunté a un mexicano que si serían muy duros por lo del atentado y eso. "si tienes tus papeles en regla, no te pasa nada", era blanco, rubio y de ojos azules, un güero que no tuvo la suerte que esperaba: mientras yo estaba pasando mi control, a un policía se lo llevaba a algún lado.
-.-
con la chingadera ésta de la seguridad y la guerra contra el terrorismo, en ese control copian la página principal del pasaporte, te toman las huellas digitales de ambos índices y te están grabando con una cámara web para tomarte datos antropométricos que permitan cualquier identificación posterior, supongo que tipo c.s.i., es decir, te fichan, por siaca. yo pasé este primer control sin ningún problema, pero con unas ganas terribles de reirme a carcajadas: el policía que me atendió era un obeso de 150 kilos o más y su nombre era archie gigante. más surrealista, imposible.
-.-
como en cualquier otro país, hay que declarar todas los objetos que se introduzcan del exterior, pero no me quedó muy claro si los que hacen escala también debían declarar o cómo iba la cosa. no tengo ni idea, la cosa es que yo declaré todo lo que compré en méxico, pero c0mo no eran mercancías que fuese a vender en ee.uu., ni iba a salir del aeropuerto (eso le dije al policía, un tipo bastante desidioso), pues me dejaron entrar en el país sin ningún tipo de control de mi equipaje.
-.-
llovió durante toda la noche y todo el día que permanecí en ee.uu.: unas 19 horas en total, hasta el siguiente vuelo. así que no pude ir a ver nada de esta ciudad, con lo que a mi me hubiera gustado una foto de el santo ponis en times square; pero aunque no hubiese llovido, tampoco podría haber echo nada porque tenía que facturar y estar en el área de embarque seis horas antes del despegue. y yo calculaba una hora y media como mínimo de metro hasta el centro, así que me resigné y lo único que conozco de nueva york son las terminales 3 y 4 (en esta última se grabó la película de la terminal, de tom hanks), y los paisajes aeroportuarios que se ven desde el tren que une todas las terminales.

No hay comentarios: