domingo, 8 de abril de 2007

la otra cara de méxico.

una vez me dijeron que solo colgaba cosas bonitas de méxico en el blog, que dónde estaba lo malo. pues aquí lo tienen. todo lo contrario al modelo que la televisión mexicana vende: mujer anciana, indígena y pobre. su único recurso en san cristóbal de las casas (chiapas, uno de los primeros estados donde reinan la pobreza, el hambre y la marginación al indígena. chiapas, epicentro de la insurrección zapatista de 1994 por todas esas causas) es pedir ante las puertas de la catedral.
-.-
¿agradable? para mí no fue fácil tomar la fotografía. para ella tampoco lo fue dejarse fotografiar por 10 pesos. maldita sea mi estampa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un padre anónimo se ha quedao flipando en colorines al leer que te habían confundido por ser de las Españas, con un gallego.

¿ Acaso es que llevas la gaita en el culo?.

Anónimo dijo...

Me ha llegado a tocar la fibra fina y tersa de la malaleche, la fotografía de la viejecilla esa con la mano al vacío.Me encanta y es impactante, muy bien por el tono de blanco y negro. Muy buena plumillas.

Tiene una gran composición, que condensa en si el drama, que 4 "txalaos plumillas", como tu se dedican a tocarle la fibra de la sensibilidad a los que ignoran que existen otros mundos munchísimo peores que este, el aséptico de la UE.

Ya se lo diré a una niña que tengo llama Titiana, para que la saque y la imprima, que tengo ganas de flagelarme la conciencia con fotografías tan cargadas sencillamente de buen hacer fotoperiodístico. Nene, si la ven los del National G, te dirían onde pollas la has sacao. Bien sigue así plumillas, que la vida es lo que tu reflejas y no te preocupes por los 10 pavos, eso seguro que a la pureta indiesita le vendrían de p.m
y a lo mejor tenía apañado ya el día.

Qué peazo c.eres, que callaiko estabas pegando palos en la aceituna ganandote unos dinerillos para verte en su salsa por esos mundos, seguro que su tu mama fuera una marujona rajá en su mejor guardeño te diría: HIjo mio ten muncho cudiao, que por esos mundos existe muncha gente que tu no lo sabes, pobretico mío. Y que no te preocupes por la comida, que yo cuando vengas, te hago una sartená de papas que se va a follar la perra las patas abajo.