domingo, 4 de marzo de 2007

llegada a morelia

el viaje a morelia fue un tanto raro, pues si la ciudad está al oeste de méxico d.f., el autobús se estuvo dirigiendo durante tres horas o así hacia el norte, llegando a la ciudad de querétaro. consultando un mapa, llegué a pensar que me había equivocado de autobús o que me habían engañado alguno de los que pregunté en la estación. me puse nervioso porque no tenía ni idea de hacia dónde iba ni qué iba a pasar, e intentaba tranquilizarme pensando que esto era la aventura, un típico viaje experimental en el que el viajero no sabe a dónde llegará.
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pero bueno, no pasó eso, y llegado el autobús a querétaro, continúo un tiempo hacia el oeste y luego tiró hacia el sur. en el paisaje se intercalaban imágenes típicas de secarral con verdes campos de cultivo, en los que se podía ver aún caballos como tiro de arados. tomé el boleto más barato (más horas de viaje y más paradas), pero creo que mereció la pena porque pasó por pueblos que no salen en las guías y que eran curiosos, se veía lo que es el méxico profundo y auténtico. durante el trayecto, en algunos puntos, el autobús se detenía y subía gente que vendía comida: tortas (que es como aquí llaman a los bocadillos), tacos, cacahuates (cacahuetes mexicanos).
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como este viaje es de aventura-locura, pues no tenía nada reservado para dormir, solo la dirección de un albergue y la posibilidad de que se encontrase en dos sitios diferentes porque hay aquí dos calles que se llaman igual. me monté en el taxi y confié en que me llevase a buen puerto. lo hizo.
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el albergue es del gobierno de michoacán y me recuerda a los del camino de santiago. en las tres noches que he estado aquí, he tenido para mí una habitación con cuatro literas, lo que significa cierta intimidad a la hora de dormir y levantarse. sin embargo, el techo de la habitación es de láminas de madera que lo separan del verdadero techo del edificio y las paredes son de papel de fumar, por lo que todos los ruidos del albergue se oían. mi habitación está frente a los lavabos, así que también se oían todos los ruidos que se producen en esos sitios. encima tenía como vecinos a un grupo de mexicanos de durango que se levantaban antes que yo y les gustaba el jaleo, sobre todo pegar portazos. estas son mis quejas y apreciaciones, por lo demás, el albergue está a unos 15 minutos andando del centro y es barato, 90 pesos (unos 6 lereles). está en un barrio humilde y tranquilo, donde muchos son chóferes de autobuses o taxis colectivos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Boriiiiiiis. Que pasa tio?. Mu chulos los tipos esos que bajan dando vueltas por el palitroque ese. Intentaste subir?...Tenias que haberlo hecho. El otro dia fui en el bus con braulio y me estuvo preguntando por ti. Le dije en que andabas metido y todo eso y lo estuvimos comentando. Tal vez te alegre saber que difundo tu mensaje.jajajaj. Tal vez te la sude pero bueno...esto es gratis...En fin serafín que me despido ya. Publica mas cositas y mas fotos y seguiremos comentando. Cuidate y busca novia argentia ¡¡¡YA!!!. Taluego, nos vemos en el mcdonald's

Anónimo dijo...

hombre boriiissss!q pasa tio? ya veo q el viaje te va de puta madre, las fotos estan más xulas q na. toy en la biblio con la xari y alfonso viendo tu blog, enfin el muchacho a aprobao 1 asignatura y por fin puede hacer el prácticum,jajaja..a nosotras no nos a ido mal en los exam..eno sigue así y que te lo pases mu bien.saludosss!!!mercedes