apuntes sobre méxico d.f.

juan contó que según un estudio la comida mexicana estaba contaminada con no sé cuantas bacterias diferentes pero que al echarle un chingo de picante, éstas morían. en todas mis comidas, ya fuese en antros (garitos mexicanos) o puestos callejeros, siempre hubo picante y tal vez por ello aún no he pillado la venganza de moctezuma. en este sentido puede que tuviese razón.

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una leyenda urbana menos: a un amigo (llamémosle x o bestia, como gustéis) le contaron que lo que provocaba la venganza de moctezuma era una ameba que te podía contaminar tan solo con mojar el cepillo de dientes en el agua. me lavo los dientes y me enjuago la boca con agua del d.f. y moctezuma sigue sin vengarse de mí. en este sentido, creo que lo que le contaron al bestia no es cierto.

una leyenda urbana más: cuando juan está en el d.f. nunca come en puestos callejeros por razones de higiene, también porque dice que en esos puestos la carne que sirven es de perro, por eso nunca se ven perros junto a los puestos, se los comen. lo que sí es cierto es que en la dieta mexica el perro estaba incluido.

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méxico d.f., dicen, es una de las ciudades más inseguras del mundo. en una visita a cualquier kiosko, no falta el periódico que, de forma sensacionalista, cuenta la muerte violenta de alguien. el viernes 23, juan nos llevó de marcha. durante el viaje en taxi hasta la zona, el taxista nos fue contando cosas acerca de cómo los taxis eran objetivo de asaltos por parte de las personas que llevaban. también nos contó que ciertos taxis (los escarabajos viejos) no llevan asiento de copiloto para, cuando se monta el compinche, tirar a la víctima al suelo. en un paseo por la ciudad, nadie se daría cuenta de ello y los delincuentes podrían actuar a gusto.

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la policía está aquí muy presente (seguro que no tanto en los barrios periféricos) y se ocupa, en ocasiones, de aspectos de la seguridad que en españa estarían reservados a la seguridad privada. son policías los que vigilan el metro, los museos y todas las zonas turísticas, los centros comerciales y muchos bancos. el gobierno (de izquierda) del d.f. se toma la seguridad como un asunto en el que el estado debe estar presente, algo que no se puede privatizar. aquí no se andan con tonterías: la gran mayoría de agentes lleva chaleco anti-balas y muchos de ellos portan escopetones o subfusiles, de los que no se separan. sin embargo, la corrupción está muy presente: los agentes consumen marihuana, saben dónde se vende (al igual que en españa), no hacen nada, e incluso, actúan en connivencia con los narcos.